Al final todo agua regresa a su cauce, se recupera el equilibrio, todo vuelve a su orden. Y yo me quedo fuera de la fila, tirada en el suelo, siendo la puta gota fría que cae de los balcones y te recorre la nuca.
Vete, tú te recuperarás, lo suplirás, saciarás mi lugar y las ganas. Y yo coseré otra cicatriz a mi piel, envasaré tu rincón al vacío.
Así es sucesivamente, cada vez más marcas, cada vez más fría, cada vez más hueca.
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